Pasear de noche por la plaza principal de El Fuerte con mi pareja es una experiencia mágica. Las luces tenues que iluminan la iglesia de San Juan de Carapoa crean un ambiente romántico y acogedor. Las sombras de los árboles danzan suavemente con la brisa nocturna, y las bancas de hierro forjado nos invitan a sentarnos y disfrutar del momento.
El aroma de las flores y el murmullo lejano de los vendedores ambulantes añaden un toque especial a nuestra caminata. Compartimos una bebida refrescante y un dulce típico, disfrutando de la compañía mutua en este rincón encantador de Sinaloa.
Cada paso nos recuerda por qué este pueblo mágico es tan especial, y por qué estos momentos compartidos en la plaza principal de El Fuerte se quedarán en nuestros corazones para siempre.